La receta del éxito en cualquier disciplina deportiva puede reducirse a una combinación de talento y entrenamiento, sin olvidar ciertos rasgos psicológicos fundamentales como la ambición y la perseverancia.
Mientras el talento es innato e inmensurable, el entrenamiento físico está basado en el trabajo y el ejercicio y, por lo tanto, siempre es susceptible de mejora, lo que explica que los deportistas de élite sigan rompiendo barreras y batiendo récords.
Que Roger Federer, Novak Djokovic y Rafa Nadal sean los tres tenistas con más partidos de ‘Grand Slam’ disputados en toda la historia del tenis masculino no es porque tengan un mayor talento que sus predecesores, sino que se debe a que su preparación física les permite seguir compitiendo al máximo nivel pasada la treintena.
Además, los tres han sufrido lesiones que en otra época les habrían apartado de la alta competición, pero ahora Nadal es el número uno del mundo, justo diez años después de subir a lo más alto del ranking ATP por primera vez, con Federer en el segundo puesto y Djokovic en el tercero.
Por su parte, LeBron James y Cristiano Ronaldo son conocidos por su extrema dedicación al entrenamiento y eso les permite marcar la diferencia allá donde van.
El alero de Akron ha fichado a lo grande con Los Angeles Lakers y, tras varios años de capa caída, el equipo californiano ha pasado a ser el cuarto favorito a ganar la NBA en las apuestas de Betway, con una cuota de 12,00 a 18 de septiembre.
Mientras que la llegada del delantero portugués a la Juventus sitúa al club italiano como tercer favorito a ganar la Champions League, por delante de rivales como el PSG, el Bayern de Múnich o el propio Real Madrid, con una cuota de 7,50 a 18 de septiembre, fecha de inicio del torneo.
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El ejercicio anti-lesiones de Nadal
A lo largo de su extensa trayectoria profesional, el peor enemigo de Rafa Nadal ha sido su propio cuerpo.
Las rodillas han supuesto un constante foco de problemas desde la doble tendinitis del tendón cuadricipital que sufrió en 2009 y, también, ha tenido que lidiar con lesiones en la muñeca izquierda. Por ello, en lo que se centra más el tenista mallorquín cuando trabaja en el gimnasio es en los ejercicios de prevención.
“Trabajo todos los días para tratar de tener el cuerpo adecuado para contener los problemas que están por venir”, declaraba Nadal durante el último US Open, donde se le pudo ver entrenar con un chaleco de hielo para bajar la temperatura corporal y retrasar la fatiga.
“Las rodillas son muy importantes en las rutinas. Pero si tengo que elegir una parte importante del cuerpo, es abdomen y espalda. Eso te da la posibilidad de estabilizar el resto del cuerpo”, apuntaba Nadal poco antes de quedar eliminado del ‘Grand Slam’ americano en la semifinal a causa, precisamente, de una nueva lesión de rodilla como afirma La Vanguardia.
Con toda la experiencia y el conocimiento adquiridos durante toda su carrera, la Rafa Nadal Academy ha desarrollado un sistema de entrenamiento que, a nivel físico, se centra en ejercicios para mejorar las capacidades coordinativas y aumentar la prevención de lesiones, sin olvidarse nunca del entrenamiento mental y de la importancia de la nutrición.
La constancia de Cristiano Ronaldo
Cuando la Juventus efectuó el examen médico a Cristiano Ronaldo este verano, determinó que el portugués tiene el físico correspondiente a un futbolista de 20 años, con tan solo un 7% de grasa muscular y hasta un 50% de masa muscular.
A sus 33 años, Cristiano está decidido a prolongar al máximo su continuidad en la élite a base de trabajo, favorecido por las ventajas que supone tener un cuerpo mesomorfo, el tipo ideal para el ejercicio físico.
Cuando se ejercita en el gimnasio, combina el entrenamiento cardiovascular con las pesas para desarrollar todas las áreas de su cuerpo, pero la clave está en una rutina de ejercicios que va más allá del horario estipulado por su club.
Incluso durante su periodo de vacaciones, el laureado futbolista luso dedica una parte del día a la carrera continua, los abdominales y ejercicios para mejorar la elasticidad muscular.
