
Una razón clave es la falta de información. La percepción social también juega un papel importante. Cata Guimarey con su experiencia de competidora nos explica que su objetivo principal era el rendimiento, no la estética. Este enfoque puede distorsionar la percepción del entrenamiento de fuerza. Es esencial diferenciar entre entrenar para competir y entrenar por salud o estética. Muchas mujeres temen “ponerse grandes”, comparándose con culturistas o atletas de élite, cuya apariencia requiere años de entrenamiento intenso y específico. Entender que el desarrollo muscular saludable no significa volverse “masculina” es crucial para cambiar esta percepción y fomentar una relación positiva con el entrenamiento de fuerza.
Escucha el episodio completo aquí:
Puedes ver el episodio completo aquí: