La razón principal por la que muchas personas evitan los huevos es el temor al colesterol y las grasas saturadas.
Durante décadas, nos han dicho que los huevos, especialmente las yemas, son malos para el corazón.
Pero, ¿y si te dijera que eso no es cierto?
Comer huevos, incluyendo la yema, no solo es seguro, sino que puede ser increíblemente beneficioso para tu salud.
Imagina que decides comer 4 huevos al día durante 30 días.
A algunos esto les sonará extraño porque han escuchado toda la vida que las yemas son malas.
Pero, ¿y si la realidad fuera completamente diferente?
Tabla de contenido
Colesterol, huevos y la verdad detrás del mito
La confusión sobre los huevos y el colesterol comenzó en los años 60 y 70 con un estudio de Ancel Keys llamado “El Estudio de los Siete Países”.
Keys afirmó haber encontrado una conexión entre el colesterol, las grasas saturadas y las enfermedades cardíacas.
Sin embargo, su estudio fue muy criticado porque, aunque originalmente incluía datos de 22 países, Keys seleccionó solo los 7 que apoyaban su hipótesis, ignorando los otros 15 que no lo hacían.
Este estudio se convirtió en la base de las primeras recomendaciones dietéticas, que nos dijeron que evitáramos las grasas saturadas y el colesterol y que aumentáramos el consumo de carbohidratos.
Desafortunadamente, estas recomendaciones contribuyeron al aumento de problemas de salud como la obesidad y la diabetes.
Con el tiempo, hemos aprendido que la verdadera causa de muchas enfermedades cardíacas no es el colesterol, sino la resistencia a la insulina, que está relacionada con el consumo elevado de azúcar y carbohidratos.
Aun así, el miedo al colesterol ha hecho que mucha gente evite los huevos, a pesar de que son uno de los alimentos más nutritivos que existen.
Los beneficios del huevo
4 yemas de huevo te proporcionan el 10% de la ingesta diaria recomendada de vitamina B1, el 55% de vitamina B12, y el 101% de colina, un nutriente esencial para la salud del hígado y la quema de grasa.
La clara del huevo también es importante, pero en términos de nutrientes, la yema es donde se encuentra la mayoría de los beneficios.
Y si combinamos la yema y la clara, obtenemos un alimento verdaderamente completo, rico en minerales como zinc, calcio, hierro y fósforo.
Además, los huevos son ricos en ácidos grasos esenciales como el DHA, un tipo de omega-3 crucial para el cerebro y la vista.
También contienen antioxidantes como la vitamina A, vitamina E, selenio, luteína y zeaxantina, que son fundamentales para la salud ocular.
La yema de huevo es una fuente inigualable de nutrientes, y cuando desechamos la yema, estamos dejando de aprovechar la mejor parte.
Si solo comes la clara, estás perdiendo la mayor parte de los beneficios que el huevo completo tiene para ofrecer.
No todos los huevos son iguales: aprende a elegir los mejores
A lo largo de los años, la mala reputación de los huevos no ha estado respaldada por la ciencia actual.
Comer huevos completos es una excelente manera de obtener una gran variedad de nutrientes esenciales que pueden mejorar tu salud en general.
Finalmente, no todos los huevos son iguales.
Los huevos de mejor calidad, como los de pastoreo, contienen más nutrientes que los huevos de gallinas enjauladas.
Aunque estos huevos pueden ser más caros, la inversión en tu salud vale la pena.
No más miedo al colesterol: los huevos están de tu lado
Si has estado evitando los huevos por temor al colesterol, es hora de reconsiderarlo.
Los huevos son un súper alimento que te brinda una cantidad increíble de beneficios.
No te dejes engañar por mitos del pasado.
Disfruta de los huevos sin culpa y aprovecha todo lo que tienen para ofrecer.
